domingo, 20 de abril de 2008

Taekwon- Do en el colegio

El Taekwon-Do es una excelente herramienta que contribuye de manera real en el proceso escolar y en cada areá de educación, se complementa naturalmente con cualquier metodología. En el proceso escolar propiamente dicho inserta al alumno o jeje el estudio de los cincos principios de arte CORTESIA, INTEGRIDAD, PERCEVERANCIA, AUTO – CONTROL Y ESPIRITU INDOMABLE.
Contrario a lo que algunos creen el arte nos lleva metodológicamente y en el tiempo al equilibrio de nuestras emociones y acciones haciendo de quien lo practica en Sí una herramienta para su propio progreso.

Las líneas a continuación nos darán un mejor concepto.


El alumno y el Arte Marcial

El Taekwon-Do es un Arte Marcial, es arte porque su entrenamiento lleva al practicante a expresar lo que ha ido aprendiendo, con el fin de dominarlo. Es marcial porque uno se rige a través del respeto a los mayores, reconociendo en ellos a una autoridad que nos ordena, que nos exige, nos confronta, siempre persiguiendo un objetivo: enseñarnos algo.

Al inicio, el alumno es llevado a recibir toda clase de lecciones, por ejemplo, cómo cerrar el puño, cuándo saludar al Sahyongnim, dónde no hablar, con quién entrenar determinado patrón, etc. El Taekwon-Do siempre está diciéndonos cómo hacer las cosas de la mejor manera, para ser mejores personas, evitando frustrar todo intento de cambio, diciendo “yo soy así, y no me vas a cambiar”. Pero uno no sabe cuán importante va a ser su cambio, ni tampoco en qué momento este cambio se hará notorio.

En ese sentido, un Instructor se plantea determinados objetivos con el grupo, pero también plantea objetivos individuales para cada alumno, pues recordemos que uno brinda una atención personal: Cada uno es importante y tiene que ser atendido por el instructor, tratando de darle lo que el practicante busca... y algo más. Cuando ese alumno crece, su desarrollo depende en mayor proporción de su propia voluntad.

El aspecto marcial es en un primer momento, sustancial para el progreso efectivo del practicante, puesto que da las pautas básicas de comportamiento, establece las fronteras dentro de las cuales una personas debe andar (esas fronteras son más explícitas con los niños y menos para los adultos) y ayuda a entender principios éticos que se inculcan a través del arte marcial. Cuando el aspirante al perfeccionamiento de uno mismo, ha logrado canalizar sus fuerzas a través de la disciplina, viene en forma natural, el aspecto de la expresión, el cual sirve para dar a conocer lo que uno lleva dentro, pero también lo que uno ha construido dentro.

Somos entonces, un reflejo de lo que hemos creado a través del arte marcial, pero también de lo que hemos descubierto en nosotros, gracias a la disciplina. La mente creativa, aquella que puede expresar esa mezcla de lo aprendido y lo que está dentro de uno, solo puede mostrarse en la tranquilidad, en la quietud externas. Cuando calmamos la turbulencia exterior, puede aflorar lo bello. Por eso, el Taekwon-Do también ayuda a apaciguar la personalidad en conflicto, y dejar que lo sutil pueda abrirse paso hasta la superficie de la expresión.

Jeja, ¡busca un momento al día para estar contigo y otórgate a ti mismo la oportunidad de conocerte mejor!


1 comentario:

Stephanie.. dijo...

amO mi fOtO!!! sAlgO muY Lindaaaa....!! jijiji... chevere blOg..^^